Conoce la leyenda de la destilería Tres Mujeres
Cuenta la leyenda que sobre las faldas del Cerro de Tequila, muchas lunas antes de la llegada del hombre blanco, tres diosas-mujeres observaban desde el cielo a un guerrero que en tiempos de paz, se dedicaba a cuidar su fuente de inspiración: un hermoso campo de agaves con hojas azules como el cielo, pero bien plantadas en la tierra. Esta filosofía lo hacía trabajar de manera tan entregada, con una pasión tan grande, que ellas irremediablemente se sintieron encantadas.
Tratando de seducirlo, la primer diosa-mujer compuso un canto tremendo con truenos y rayos a los que convocó sobre sus agaves. Pero él, aunque era duro como la piedra, también tenía una gran sensibilidad por la belleza, así que encontró aquello demasiado escandaloso.
La segunda intentó seducirlo con la danza que ella misma dirigió con vientos y lluvia que estaban a su merced. Pero el hombre, que buscaba el calor de un hogar, encontró aquel baile demasiado húmedo y frío.
Entonces la tercer diosa-mujer acogió con todo su amor los agaves encendidos por los rayos, avivados por el viento y humectados por el agua, con un sentimiento que fue tan grande, que su calor destiló un elixir en el que el hombre encontraba el placer, la fuerza y la sensibilidad que lo inspiraban, y con el que ellas pudieron convertirse en mujeres para compartir aquel regalo de su amor por el hombre… con el hombre
Irremediablemente, ante inigualable manifestación de amor, él cayó enamorado, pero no de una sino de las tres mujeres, pues entre las tres habían creado la bebida más fina, más noble y con mayor carácter que jamás se había probado. Desde ese día el hombre y sus tres mujeres, comparten un lecho de gozo al que siempre se puede entrar.
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