Guadalajara esconde múltiples túneles secretos debajo de monumentos emblemáticos que fueron construidos en los siglos XVIII y XIX.

Edificios emblemáticos como la Catedral de Guadalajara, el Hospicio Cabañas, el Panteón de Belén y otros templos y casas históricas están conectados por pasadizos subterráneos por los que podían transitar desde personas a pie hasta hombres a caballo e incluso carrozas.

Tuvieron diferentes usos, pero ninguno de ellos de conocimiento público. Una de sus principales funciones era servir como vía de escape o como escondite durante revueltas o tiempos de guerra. Se dice que Miguel Hidalgo hizo uso de esta vía de escape mientras estuvo en Guadalajara durante la guerra de independencia. También hay cronistas que afirman que Benito Juárez fue otro de los personajes históricos que comprobó la eficacia de los túneles para transportarse por la ciudad de manera incógnita.

Es cierto que los túneles fueron de gran utilidad durante la independencia, sin embargo, éstos también resultaron indispensables durante la guerra de los cristeros. Los túneles también permitían que los católicos pudieran visitar los templos e iglesias sin ser vistos y, en ocasiones, incluso se celebraban misas secretas en su interior.

Aunque muchos de los túneles de Guadalajara fueron bloqueados durante diversas obras viales en la ciudad, hay algunos que han resistido el paso del tiempo. Se cree que el Palacio de Gobierno esconde un pasadizo al cual tiene acceso el gobernador y que termina en el último nivel del estacionamiento del Teatro Degollado.

Las rutas de los túneles tenían distintas rutas conectadas entre sí hacia la Catedral de Guadalajara, el panteón de belén, el hospicio cabañas, el templo de la soledad dónde actualmente es la rotonda de los jaliscienses ilustres, el templo de Santo Tomas, o la prepa 1 que fue convento de los frailes y otros conventos, basílicas y templos cercanos, hasta casas de personajes importantes de la época así como partes estratégicas de la ciudad.

 

Muchos de estos túneles fueron cerrados al remodelar el centro histórico, hay testimonios de haberlos visto en Alcalde y Colón a seis metros de profundidad durante la construcción del tren eléctrico.

Más adelante el descubrimiento de túneles y galerías frente a la iglesia mayor de Guadalajara interrumpieron por segunda ocasión algunos minutos las obras que se llevan a cabo en el centro de Guadalajara por la construcción de la Línea 3 del Tren Ligero.

Pese a que el hallazgo de túneles no es novedoso, lo que sí causó sensación fue el hallazgo de galerías, las cuales se encuentran bloqueadas por bloques de tierra y que en algún momento conforme avance la obra serán demolidas.

Al respecto, el perito Cuauhtémoc de Regil, perteneciente Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) delegación Jalisco, aseguró en entrevista para La Crónica de Hoy Jalisco,  no haber sido consultados en lo absoluto por la intervención y descubrimientos que puedan surgir con la construcción de dicha Línea.

Por lo anterior, es imposible que los peritos que laboran en la delegación estatal tengan un informe real de los posibles daños, aunado a lo anterior, se comentó que la última ocasión en que las autoridades de la Iglesia en Guadalajara informaron sobre daños significativos en la estructura de la Catedral Metropolitana  fue después del sismo ocurrido en enero del  2003.
Con este doble hallazgo, suman cuatro en lo que va de la obra en el centro tapatío, los primeros fueron el pasado 12 de junio cuando trabajadores localizaron una vasija y  huesos que según declaró el mismo perito; datan de la época virreinal.

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Fuente: matadornetwork y cronicajalisco.com